El gusto de algunos por el Ballet!

Los Gogos y Yo.

Recién ayer me vine a enterar por las noticias de la existencia de estos nuevos juguetitos que, según decían ahí, ha reemplazado el tan criollo juego de las Bolitas.

No quiero que desaparezcan las bolitas. Pero recuerdo también que en mis años de escuela jugabamos a los Tazos, eran re entretes porque los podías hacer volar, o jugar a dar vuelta los de los demás y te quedabas con ellos... de hecho, sé que si busco entre todas mis cosas voy a encontrar la colección que tengo de un montón de ellos con monitos, que en el momento la llevaban. Y aunque fueron una super sensación, no hicieron desaparecer a la Bolita, y es lo que espero que pase con los Gogos.

La cosa es que como no sabía nada de estos nuevos monitos... dediqué unos minutos para averigüar de que se trataba todo esto. Es así como me enteré de que parecieron en 1996! Que el juego se basa en uno de la antigua Grecia! Y yo ni los conocía! Hay de muchas formas, colores y algunos especiales que son únicos.

Pero lo que me llamó la atención realmente, no fue este jueguito, sino que el enterarme de esta noticia me hizo entender que ya no tengo idea de como es el mundo de la escuela, ya definitivamente me he desenchufado de todo lo que ahí ocurre y me dí cuenta de que ya estoy atrasándome en todo lo que tiene que ver con tendencias, juegos, modas, etc.

Es por eso que llegué a pensar:

“Será que me estoy volviendo viejo que me estoy cansando de rodar tengo tu cabello... entre mis dedos pero tengo miedo y mas allá. Será que me estoy volviendo viejo que no me quedan cartas pa’ jugar tengo que tragarme niña todo lo que siento triste pero nunca lo sabrás”

(Viejo - Bacilos)

Muelas del Juicio.

Quice saber por qué se les llama Muelas del Juicio a los últimos molares ubicados a cada lado de los maxilares, y en Internet encontré las respuesta... es porque estas son las ultimas en aparecer, generalmente entre los 16 y los 20 años, una edad en la que ya tienes juicio.

Pero, esa respuesta no me convense... yo creo que debe ser porque el dolor que producen es tan grande que te hacen pagar por todos tus pecados...

La cosa es que como yo quiero evitarme todo eso, probablemente la próxima semana me opere para sacrmelas antes de que a las muy condenadas se les ocurra salir y enchuecarme los dientecitos... que tanto me ha costado mantener...

Pero, no le temo a la operación... le temo a dejar de comer... uuuuuu...

Asombroso!

Dentro de todas las capacidades mentales que he perdido, creo que tan solo hay una que sigo manteniendo: “La capacidad del Asombro”.

Y es que mi problema comenzó, según recuerdo, cuando entré a 3er. año de Enseñanza Media. Fue ahí cuando tuve que decidir que haría el resto de mi vida, o sin ser tan exagerada, cuando debía escoger qué carrera técnica estudiaría en el liceo.

Mi decisión fue muy pensada, pero apenas comenzó el año creí haberme equivocado. Sé que tal vez no fue un error lo que escogí, pero por lo menos así lo entendí en el momento… y me frustré y me enojé conmigo misma. En ese momento tomé una de las peores decisiones de mi vida: Me negué a mi misma el uso de mi mente!

Que mala decisión!

Es por eso que dejé de presentarme en clase, dejé de escribir, dejé de de leer, de pensar.
Y poco a poco fui perdiendo todo aquello que antes me hacía brillante!

Pero, cuando me dí cuenta de que también estaba perdiendo mi Capacidad de Asombro, recordé las palabras que dijo un profesor una vez: “Lo peor que le puede pasar a una persona es perder la Capacidad del Asombro, porque si lo hace dejará de disfrutar la vida”.

Es por eso que a pesar de haber perdido mi memoria, mi comprensión lectora, mi concentración y mi inteligencia, me propuse no perder nunca “Mi Capacidad del Asombro”.

Gracias a ello puedo disfrutar de un hermoso amanecer, de la lluvia, del magnífico diseño de una flor, de la gracia de los animales, de la diversidad de colores, olores, formas y texturas, de la comida, del maravilloso funcionamiento del cuerpo humano, de la belleza del mar, de los colores del cielo, de las estrellas, de una puesta de sol, del sonido del viento en un bosque, y de tantas otras cosas que a diario me demuestran la existencia de un Creador amoroso, todopoderoso y sabio… por lo que no me queda más que agradecerle constantemente la vida, y la oportunidad de disfrutar de ella…

Pero, hay una cosa que no soporto… a todas aquellas personas que con sus dichos y acciones demuestran que dan por sentado todas estas cosas, como si estas simplemente tuvieran que pasar porque sí, y creen que siempre estarán ahí, y que pueden usarlas o botarlas cuando se les plazca…

Es por eso, que me niego rotundamente a perder esa capacidad… Jamás perderé el Asombro, ni me volveré una más de ellos!